Don Vidal Saenz, trabajó en el escritorio de la firma Juan J. Llorens y Cía. en la sucursal de Victorica, que tenía su almacén de ramos generales, en la esquina de la plaza Cochicó, en diagonal con la Iglesia Nuestra Señora de la Merced.
Dicho Almacén fue una sucursal de la central que estaba en Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires. Es uno de los primeros grandes comercios que se instalan en Victorica, por eso su ubicación en una esquina de la plaza donde adquieren dos solares de 50×50 metros cuadrados.
Allí conoció a Antonia Ubalda Ortíz, una joven oriunda del sur de San Luis, que también trabajaba en la misma empresa de Llorens, con quien se casó posteriormente y adoptaron una niña recien nacida en la Sala de Primeros Auxilios que administraba la Sociedad de Beneficencia..
Cuando Llorens inicia el proceso de reducción de su gran Almacén, quien adquiere lo que había sido la sección Tienda fue su empleado Vidal Saenz. En tanto quien se queda con el Almacén es su amigo Gaudencio Pablo.
En la foto se lo observa a Vidal detrás del mostrador de anteojos, con algunos empleados. Las mujeres son “Tuto” Barreix y “Lita” Aramburu. Actualmente este local pertenece a los descendientes de Omar D. Becerra.
A mediados de la década de 1950 Vidal Saenz vende la tienda a una sociedad de españoles que la bautizaron con el nombre “Los Sorianos”, porque precisamente provenían de la región de Soria en la península ibérica.
La sociedad estaba integrada por las familias Martínez e Izquierdo. La misma firma compró tiendas en Santa Rosa (La Pampa). Cuando dejaron Victorica quien administró durante varios años dicha tienda fue Pedro Martínez Sanz, casado con Aroma Cabal.
En esta foto se lo observa a Vidal como presidente de mesa en una elección. A su costado derecho está el maestro Eduardo Ares y quien sigue -de perfil- es Fraguela. Quien está sentado en primer plano con su brazo apoyado en la mesa es el maestro riojano Félix Romero. Quien está parado es Appap probablemente fiscal de mesa.
Vidal fue intendente interino el año 1940 durante los meses de mayo a agosto de ese año. Lo conocí ya entrado en años cuando tenía en el garage un negocio de venta de repuestos para calentadores, estufas, faroles. Mi padre me mandó a comprar un pico nuevo para el calentador, otra vez fui a comprar camisa para el farol.
En la foto encerrada en círculo, Vidad sostiene la mano de Adela Irma su hija del corazón. Están en el jardín de la casa familiar, frente a la plaza. La toma probablemente haya sido tomada por su esposa Antonia, con la máquina que aún se conserva como reliquia entre los recuerdos familiares.