Toay, fue creado por su fundador el año 1894, dos después que Tomás Mason diera por fundado la Santa Rosa de Toay. Es que don Benito Villanueva, era Abogado y político que militó dentro del Partido Autonomista Nacional (PAN), que había nacido en la provincia de Mendoza. Provincia en la que es electo Diputado Nacional por primera vez en las elecciones del año 1890, cuando todavía el régimen conservador no había sido vencido por la Unión Cívica.
Villanueva se traslada a la provincia de Buenos Aires donde compra campo y se dedica a importar ganado de raza con cuya actividad ganará mucho dinero. Primero se afinca en Vedia y después compra más campo en la zona de Ingeniero Maschwitz, adquiriendo la Estancia “El Talar de Pacheco”.
“La familia portuguesa de los López Camelo, oriundos de Oporto, fueron los que compraron estas tierras, que llegaban hasta Luján, a los descendientes de los beneficiados por Garay. Fue una familia muy poderosa; entre los descendientes de López Camelo y de su tercera esposa, una Barragán Saavedra, hubo alcaldes, alféreces y prelados; durante la colonia era una familia rica y poderosa; cuando vino la trágica división entre unitarios y federales, los López Camelo, fervientes unitarios, fueron perseguidos por los federales, perdieron parte de sus bienes y otros fueron vendidos, algunos de ellos al General Ángel Pacheco. La primera de estas compras fue en 1827 y en total llegaron a aproximadamente 7000 hectáreas que conformaron la estancia ”El Talar”
El año 1.894 es reelecto como Diputado Nacional en Mendoza y eso lo decide avanzar en la disputa en la Gobernación del Territorio Nacional de la Pampa Central, por la capital del mismo. Esa decisión es la que lleva a su socio el escoces Juan Guillermo Brown a dar comienzo a las mensuras y el avance con las construcciones. Las que se aceleran cuando Villanueva consigue un decreto nacional que establecía que Toay sería la nueva Capital.
El año 1.897 llega a Toay el primer tren de la Empresa Ferrocarril del Sur, que había partido de la estación de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, con un proyecto futuro de proseguir esta línea hasta alcanzar Río Cuarto (Córdoba), otra línea proyectada tendría como punto de llegada Villa Mercedes (San Luis), pasando previamente por Victorica.
El año 1.883 el Coronel Ernesto Rodríguez, inaugura el Fortín Toay, en cuyas cercanías desde unos años antes ya estaba asentado con un Boliche de campo el catalán Joaquín Llorens.
Todo viene viento en popa, dado que unos pocos meses después que llegara el primer ferrocarril, llega la línea del Ferrocarril del Oeste, que había partido de la Estación 11 de Septiembre en Buenos Aires, con lo cual las tierras adquieren mucho más valor. Pero la disputa por la Capital que involucraba a General Acha, Santa Rosa, administrada por Tomás Mason se profundizó.
Esta estación fue desactivada el 15 de diciembre de 1.936 en que dejaron de correr los trenes y el año 1.946, de nacionalización de los ferrocarriles la misma fue totalmente desmantelada, quedando solo un edificio que era una vivienda.
En una carta del señor Brown a Villanueva, fechada el 18 de octubre del año 1.895, el primero expresa: “Pueblo: pongo en conocimiento de Ud. el adelanto que va llevando el pueblo aún considerando los tropiezos que está pasando, cuenta ya con dos casas fuertes de negocios, dos panaderías, un hotel con comodidad para 25 personas, zapatería, fábrica de galletitas, dos carpinterías, una pinturería.”
Y prosigue la descripción de los adelantos del pueblo “Hoy he hecho un trato para la instalación de un molino y aserradero a vapor, hay 2.500 hectáreas en chacras todas alambradas, 63 casas y poblaciones en el pueblo y dentro su ejido todas habitadas con familias, la plaza está alambrada y sembrada con alfalfa en su centro hay una gran pirámide levantada por el pueblo, hay más de un millón de ladrillos en el pueblo, de manera que para que el éxito sea perfecto no se precisa más que venga el ferrocarril”.
Primero fue dejado sin efecto el decreto que beneficiaba a Toay y posteriormente y a partir de 1904 Santa Rosa será designada la nueva capital para fastidio de los habitantes de General Acha que incluso se opusieron tenazmente al traslado de las oficinas de la Justicia.
El 1º de marzo del año 1.897 comenzó a funcionar la Escuela a la que el Consejo Nacional de Educación le había asignado el número 5, que se inauguró en un salón propiedad de la señora Micaela García, hasta que el 8 de septiembre de 1.912 ocupó el edificio actual, que se había construido dentro del plan de Escuelas del Centenario del Nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento el año 1.911.
El Obispo Juan Cagliero, arribó el 4 de noviembre del año 1897 para bendecir la colocación de la piedra fundamental de lo que sería más adelante el templo de la Iglesia Católica. En ese acto el fundador del pueblo donó el terreno más dos mil ladrillos. El año 1902 se alquiló un salón donde se rezaba misa ante la imagen de María Auxiliadora que había sido elegida patrona.
El año 1905 los italianos que han terminado de techar el salón lo prestan para que allí se celebren los oficios religiosos
Las obras del edificio se terminaron el año 1915, realizándose la primera peregrinación a la Virgen. Peregrinación que eran organizadas por las Hermanas de María Auxiliadora de Santa Rosa. El diario La Capital publica una nota destacando elogiosamente que la peregrinación del año 1.917 ha sido grandiosa y que “Toay queda como nuestro Luján en La Pampa”.
Las comunicaciones y medios de transporte se iban solucionando de a poco. Antes que llegase el ferrocarril don Benito Villanueva le escribía al fundador Juan Brown advirtiéndole de algo absolutamente importante: “Como la edificación progresa y las necesidades aumentan, es absolutamente necesario nombrar el encargado por el correo; propongo para ese puesto a Inocencio Rebollo, presentado y garantizado por el señor Llorens”
En aquellos años pasaban por Toay el servicio de galeras de Vallee que hacían el trayecto desde Trenque Lauquen y el otro servicio que venía de Victorica y conectaba con Villa Mercedes (San Luis). El 24 de julio de 1896 pasa por primera vez la galera que provenía desde General Acha.
En la carta que hemos mencionado más arriba dirigió Brown a Villanueva hay un párrafo dedicado al Ferrocarril del Oeste: “se están practicando ya los estudios para la línea de Trenque Lauquen a Toay. Sería bueno que Ud. vea al Sr. Robert, como me ha dicho, para mostrarle los adelantos que hay, las ventajas que Toay ofrece al ferrocarril, tanto para los montes como para su gran ejido, creo que no habrá dificultades en cruzar las chacras ya vendidas. Asegura Mason a todos que el ferrocarril va a quedar en Santa Rosa.”
Como se desprende de la lectura del párrafo precedente Brown insiste ante Villanueva para que haga valer sus vinculaciones y advierta a los administradores del Ferrocarril del Oeste, de las picardías que está haciendo Mason el fundador de Santa Rosa, para retener colonos en sus chacras y campo.
Doña Ursula Diez viuda de Prado recordó el año 1.969 entre el cronista de la Capital, “las romerías españolas realizadas en Toay y organizadas por la Sociedad Española, que fueron famosas en aquellos años. Todo Toay y su zona estaba de fiesta y aquellas romerías contaban con gente de distintos lugares que vivían aquellas jornadas que solían durar tres o cuatro días y que eran animadas por excelentes conjuntos de gaiteros”.
Generalmente las Romerías se hacían en la plaza, aunque algunos recordaron que una muy grande se llevó a cabo en el Barrio del Sur, abajo de un caldenar. Algunos memoriosos dicen que para las Romerías venían Bandas de Buenos Aires las que recorrían las calles tocando y los pibes por detrás, las mismas duraban tres o cuatro días. Otros recordaban las retretas por las tardes antes de la entrada del sol.Que en la plaza se instalaban kioscos donde jugaban a la ruleta chica y a la grande, para llamar la atención de la gente se ponía un lindo premio, los papelitos chiquitos costaban veinte centavos.
Además se instalaban carpas con lugares para beber y comer. También se bailaba cerca de un hermoso aromo. Por lo general los bailes terminaban a las dos de la mañana. Una vecina recordó en el Álbum del Centenario que: “Los catálogos de las grandes tiendas de Buenos Aires Harrods, Cath y Chaves, Tiend San Juan, Casa Méjico, llegaban a los clientes del interior dos veces por año anticipando todo lo que se podía necesitar en el verano y en el invierno. Estudiábamos al detalle los catálogos de verano para elegir lo que usaríamos en las Romerías. Mandábamos las medidas de las ropa, para el calzado pasábamos un lápiz por el contorno de los pies como se indicaba en las instrucciones para pedidos del interior y para los sombreros el contorno de la cabeza. Hacíamos el pedido por carta y a los ocho días llegaba la encomienda a casa y todo nos quedaba perfecto. !Milagro de eficiencia y rapidez del Correo, el Ferrocarril y los Negocios de entonces!”.
Algunos antiguos pobladores recordaban las Romerías Españolas y la Banda de música que dirigía don César Tamborini, que la llamaban “La Banda de la familia” porque en ella actuaban sus hijos, Gamba, Barancelli, Binaghi, Aguirre y los hermanos Antoci, italianos o descendientes de italianos.. Los impulsores de la Sociedad Española fueron don Luciano Cuevas, Tadeo Gutierrez y Emilio González entre otros.
Don Aniceto Prado, se asoció con Iglesias para construir el Hotel al que bautizaron “La Amistad”, fue el primer Hotel con que contó el pueblo. Llegó al pueblo trabajando en la construcción de las vías del Ferrocarril del Sud. Luego se desvinculó y comenzó con su emprendimiento, situado enfrente mismo de donde estaba la hermosa estación que fuera cerrada y luego desmantelada en la década de 1.940.
Estaba casado con Ursula Diez, que llegó a Toay el año 1904. La zona sur de Toay donde estaba la estación que era muy similar a la de Bahía Blanca, tenía grandes perspectivas de desarrollo, porque el Ferrocarril tenía proyectado la prolongación de las vías hasta alcanzar San Rafael (Mendoza), pasando por Victorica, pero este como otros proyectos fueron descartados luego del comienzo de la Primera Guerra Mundial el año 1.914.
El año 1.930 con el comienzo de los efectos negativos de la crisis mundial, sumados a los propios problemas ambientales del inicio de la década conocida como la de “los años malos”, el Hotel se cierra definitivamente.
Hasta el año 1954 funcionó allí la Escuela Nº 62, en que se trasladó a su edificio. Posteriormente el local fue adquirido por un particular que procedió a demolerlo, perdiéndose un edificio de la historia arquitectócia y del patromonio cultural.
En esta fotografía se observa la rotonda con distintos elementos construídos para recordar el primer Centenario. Se comenzó el año 1994 pero recién se terminó el año 1.995.
Bibliografía consultada
“Libro de Oro del Centenario. Toay – La Pampa 1894 – 1994” Editado por la Comisión de Cultura del Primer Centenario
“La Capital” diario editado en Santa Rosa el día miércoles 9 de julio de 1969.
“Una excursión al Toay antiguo. Parte II: Vigne, Pedro Eugenio, editado por Editorial Extra, Santa Rosa, abril de 1.999