Puesteros del Oeste de la Pampa Central

“Puesteros del oeste pampeano” es el título que eligió para su segundo libro el escritor pampeano Ariel Hugo “Alpataco” Vazquez. En la página de dedicatoria el autor escribió: “Quiero dedicarles este libro a cada uno de los Puesteros que hicieron patria en esas distancias.” Recordemos que en la época de la travesía original, cuando los caminos eran apenas antiguas rastrilladas indígenas, huellas de arena y pedregullo, tosca molida y medanales, el transporte era todavía tracción a sangre exclusivamente. Para recorrer y llegar a Telén, donde el año 1908 había llegado el Ferrocarril del Oeste, había que andar más de doscientos cuarenta kilómetros y si los ríos venían crecidos, se tardaba mucho más porque había que buscar los vados para cruzar con más facilidad y sin riesgos para las personas y el arreo o la carga que se trasladaba.

Y prosigue con su invocación: “A los que permanecen aún allí y a todos aquellos que emprendieron el galope eterno, gracias.” Esta frase de agradecimiento a pioneros que ya no están físicamente, pero cuyo espíritu se hace presente en los poemas del escritor, incluye también el merecido reconocimiento en vida a los Puesteros que aún resisten, solos o en compañía de sus familias, en la zona rural de La Humada y sus alrededores. En la actualidad muchos puestos están cerrados o han sido alquilados y las familias pioneras se ha instalado en los pueblos de la zona, dado que los antiguos ya están entrados en años y los hijos se han ido..

El escritor remata su página de portada con esta frase no menos importante, dado que agradece: “Por dejarnos su ejemplo de lucha, dándole vida a este oeste infinito y por dejarnos esas costumbres tan nuestras”. La lucha, que como dice el poeta, “es cruel y es mucha” ha sido no sólo contra las adversidades del clima, sino además con los avatares de la vida misma.

Fotografía tomada en la casa paterna de Santa Isabel el mes de mayo del año 2018. Allí están sus padres, junto a su familia, formada por su esposa y tres hijos. También lo acompaña su hermana Mimí.
Ariel Hugo es hijo de don Mario Vazquez y doña María Salinas. Sus abuelos paternos fueron don Juan Vazques y doña Aquilina Gadea, quienes dieron a luz once hijos. Los abuelos maternos fueron don Sabino Salinas y doña Edelmira Lucero, quienes procrearon dieciocho hijos.

Don  Juan de Dios Vazquez era el padre de Juan y por lo tanto bisabuelo de los Vazquez-Salinas. Según se recuerda en la familia, don Juan de Dios y sus hermanos habrían venido desde Chile. Su oficio fue en los primeros años de chasqui, mensajero a caballo que traía el correo, desde el sur de Mendoza y la precordillera hasta las nuevas tierras que se estaban poblando en el noroeste de la Gobernación de la Pampa Central, creada el año 1884, cuando Mendoza y San Luis consiguieron bajar el límite sur de sus respectivas provincias desde el paralelo de 35º al de 36º de latitud, anexando a sus respectivos territorios más de tres millones de hectáreas que le sustrajeron al Territorio Nacional con la anuencia del Estado Nacional..

Ariel posa con una familia puestera del paraje La Puntilla el día posterior a la presentación de su libro en Santa Isabel el 18 de mayo de 2018
El poeta Vazquez caracteriza en su poema “Puesteros”, publicado en su primer libro titulado “Alpataco” en esta estrofa: Guapo, humilde y tan baqueano/ han sido y son los puesteros./ Fueron muy grandes troperos, /poceros, alambradores/ expertos amansadores/ rastreadores y zorreros.

Los primeros puesteros de la zona se establecieron ocupando tierras aún fiscales. Eran campos abiertos de tierras arenosas, guadalosas y con mucho salitre. Exceptuándose algunas vetas de tierras areno-arcillosas. Según el maestro investigador Miguel De Fougéres, el Censo Territorial del año 1905 estableció como población total del Departamento 14 (actual Chicalco), la cantidad total de 626 habitantes rurales. De ese total 325 eran sexo masculino y 301 sexo femenino. No había escuela, tampoco estafeta y mucho menos sala de primeros auxilios.

Según el poema titulado “Haciendo Historia” del libro “Alpataco” de Ariel H. Vazquez por esas tierras supo andar huyendo el indio Ainó, compadre del Juan Bautista Vairoleto quien también supo tener amigos en la comarca. Identifica, según datos de sus informantes, como primeros pobladores a don Cirilo Magallán, Hilario Méndez, Juan Corbalán y posiblemente Higinio Rojas.

En primer plano el árbol histórico ya seco. Según Haydee Vázquez esta era la manzana de parada de los carros muleros y las construcciones que se observan pertenecieron a la firma de Adolfo y 
Luis Ruiz
Según la “Guía de la Pampa Central”, editada por el maestro francés Miguel De Fougéres el año 1906, ese año en el Departamento 14º (Chicalco) el Juzgado de Paz y Registro Civil estaba a cargo de Irene Ojeda, en tanto que la Comisaría estaba a cargo del subcomisario Julio Sicher, siendo éstas las dos oficinas públicas creadas por el Estado Nacional.

En el libro “Los Pueblos de La Pampa”, escrito por José H. Álvarez y publicado por la Dirección de Prensa de la provincia de La Pampa el año 1994 se puede leer: “Sin precisar fecha exacta, se menciona 1929 como año de la fundación, con lo que sería, entre las actuales, la última localidad en crearse”. Y más adelante se agrega: “De la época de la fundación, se nombra como primeros pobladores precisamente a Luis Ruiz y a Manuel Morales y también se habla de familias instaladas entonces en ese valle, de apellidos Corvalán, Maya y Morales.”

El libro citado en el párrafo anterior nos trae información al momento en que se instala por el Consejo Nacional de Educación la primera escuela. “Hacia 1932 ya funcionaba la primera escuela, cuyo director era Franklin Atencio, oriundo de Villa Mercedes (San Luis). Las clases se daban en una habitación privada. Una segunda etapa de la vida educativa llegó con un nuevo local para la escuela, cedido por los hermanos Ruiz, y un tercer ciclo, cuando en 1966 se construyó la Escuela Albergue Nº 418, lugar que ahora ocupa la Comisión de Fomento.”

Posteriormente las escuelas primarias se transfieren desde el nivel nacional al nivel provincial en el año 1978. Esto produjo el cambio de número y de denominación, dado que a partir de allí fue la Escuela Hogar Nº 88, la que desde el año 1983 cuenta con edificio propio. La escuela fue conducida por el maestro Guillermo Paciente Sarmiento hasta su jubilación en la década de 1990.

En esta imagen se observa la entrada antigua al pueblo, cuyo camino pasaba al lado mismo de la laguna, que en épocas de grandes lluvias suele acercarse bastante a las viviendas más cercanas, provocando a veces la inundación de las mismas. Se puede observar además la línea que transporta la energía eléctrica desde Algarrobo del Águila
La población se fue nucleando paulatinamente, acelerándose el proceso de desarrollo urbano a partir de 1950. Son esos primeros años de la década de 1950 precisamente los que coinciden con la provincialización del antiguo Territorio Nacional de la Pampa Central. A partir del año 1985, con la reposición del sistema democrático la localidad cuenta con Comisión de Fomento.

Es en dicho año que se logra construir un acueducto desde el paraje Agua de Torres, para proveer a la población de agua potable. En todos los puestos y también en el pueblo que se fue formando el agua se obtenía mediante pozos de los cuales se extraía el agua con molinos de viento, desde una profundidad, según la zona, que variaba en los años iniciales de cinco a cuarenta metros. En su poema “Molineros” Vazquez se lamenta: “Ya no está David del Río/ni tampoco Juan Pagano/los puestos son orejanos/les han cambiado de nombre/no hay molinero que sobre/por el oeste pampeano.”

Otra vista de la laguna y algunas viviendas en el sector más cercano, aunque las que se encuentran en el lugar más bajo están hacia la derecha de la imagen y no aparecen en esta toma

En 1906 el maestro De Fougéres director de la escuela de Telén, visita el lugar y toma los datos de las autoridades y personas que hacen de informantes para incluir en su “Guía”, en la que expresa: “La población está compuesta por 104 familias, las cuales ocupan 96 casas, siendo todas de madera y paja”.

No puedo dejar de mencionar en esta reseña que entre los años 1916 y 1920 visitará más de diez puestos, el Misionero Salesiano José Durando, italiano, que tenía su parroquia sede en Telén. En un carro tirado por mulas y acompañado por su asistente don Manuel López Ratón hicieron las primeras entadas al territorio del Departamento Chicalcó. Su tarea evangelizadora se hizo como recuerda el RPS Celso Valla por “Caminos tortuosos y pesados, con huellas para carros, apenas visibles en la zona medanosa, constituyen la única posibilidad de comunicarse.”

En el año 1928 el RPS Durando ha recibido de sus autoridades un chevrolet cero kilómetro con el que comenzará a desplazarse con menos dificultad por los Departamentos de Chalileo, Chicalcó y Puelén. Entre los puntos que dejó anotadas en sus libretas de campo el escritor Valla rescata los siguientes: “La Puntilla de Juan Chaves; La Clara de Martín Sanchez; La Blanca, de Elías Orellano; La 23, de Juan Ortubia; La Cortadera, de Juan Cabrera; Los Jagüeles de la viuda de Acuña; El Centinela, de Ángel Toledano; Mayuquingan, de Domingo Muñóz; La Puerta Grande, de Francisco Villegas; Cerro Colorado, de Lucas Covarrubia; La Amarga de Francisco Soler; La Alazana de Nicolás Moyano y Manuel Morales; Chos Malal de Segundo Toro y Casiano Arana; El Bordo Negro, de Antonio Mesías; Agua de Torres de José Domínguez donde hay Registro Civil; Chicalcó, de Antonio Martín y Luis Borgna; El 18, de Juan Muñóz; El Alamito, de José Ponce; Las Matras de Antonio Coggiola.”

Y agrega en el párrafo siguiente el cura Valla: “De entre estos puntos débese destacar La Ahumada, donde anota a Antonio García y Estanislao Videla, hoy transformado en un villorio gracias al espíritu de empresa de Ruiz Hnos.” Entre los hermanos Ruiz, será una de las más fervientes mujeres que lo apoyan Juanita Rosales de Ruiz, quien seguramente participó en la reunión de Algarrobo del Águila que comenta Valla: “A efectos de consolidar la obra de nuestro Apóstol en Chicalco en mayo de 1961, se formó la Comisión Pro-Capilla en el Águila”

Bibliografía Consultada
De Fougéres, Miguel “Guía de La Pampa Central” editada el año 1906
Valla, Celso J. s.d.b “El Apóstol del Oeste Pampeano Pbro. José Durando S.D.B.” editado el 12 de septiembre del año 1972 en el 75º Aniversario de la Misión del Noroeste
Álvarez, José Higinio “Los Pueblos de La Pampa. Apuntes sobre su nacimiento, su historia”. Dirección de Prensa de la provincia de La Pampa, Santa Rosa año 1994
Vazquez, Ariel Hugo “Puesteros del Oeste Pampeano”, editado en Santa Rosa (La Pampa) por Región en mayo del 2018
Vazquez, Ariel Hugo “Alpataco. Ramillete de versos Chicalquenses”. Editado en Santa Rosa por Región el año 2015
Fotos: Luis Ernesto Roldán

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