El primero en llegar a la Argentina fue Félix, (1913), quien había nacido en Matamoros, alrededores de Bilbao, provincia de Vizcaya, frente al mar Cantábrico. Se internó en el Territorio Nacional de la Pampa Central donde tenían parientes. Así llegó a Victorica el primer pueblo que ese año había cumplido el 31º aniversario.
Tiempo después (1917) llegó Francisco, a quienes todos conocimos por el apodo de Paco, que trajo los planos de un avión. Finalmente el año 1932 llegó el tercero de los hermanos Berasategui, quien también había sido bautizado con el nombre de Félix. Eran hijos de Juan y de Petronila Dolores Sabando.
Hace unos años la amiga Ana María Di Dio me contó que los Berasategui eran primos hermanos de su mamá, María Esther Padrones de Di Dio. Que la madre de los “vascos” se llamaba “Ángeles, una de las hermanas mayores de mi abuela Cándida Anunciación Ruiz Sabando de Padrones”.
Y continúa Ana María contándome que Félix (viejo) y “Felucho” (el joven) se llamaban los dos Félix. Resulta que Felucho nació cuando Félix ya estaba en Argentina, entonces su madre repitió el nombre. Cuando la guerra civil, la madre -que ya había perdido otro hijo en la guerra-, lo mandó a Felucho a la Argentina”.
Al despedirlo con su amor de madre le dijo “prefiero no verte más, pero que vivas”. Sigue Ana con sus recuerdos: “Así es como el vino, era mi padrino de bautismo, me acuerdo que me asustaba con sus manos engrasadas”, dado que Felucho había puesto un taller de automóviles en un local en la esquina de la plaza en diagonal con la escuela.
Cuando llegó en el Ferrocarril, Félix viejo (1913) fue a buscarlo a la estación su tio Bautista Padrones en el sulky. Primero trabajó en la herrería de Ghizzo, después se fue a Telén donde trabajó con Laborde y luego volvió a Victorica donde le compró la herrería a Ignacio Zamorano, juez de paz.
Los Padrones tenían una pensión. Don Bautista jugaba a la lotería comprando billetes todas las semanas, aunque su mujer se enojaba. Hasta que un día sacó el premio mayor. Bautista quería ir a España de paseo y su mujer vasca ella, tozuda, se plantó y volvió a repetir que ” no”. Ana recuerda que su abuela dijo: “Nos vamos a gastar todo y vamos a estar como cuando vinimos”. Razón por la cual construyeron el Hotel “El Condor” frente a la Municipalidad, allí nació Ana María, hija de Esther Padrones y José Di Dio.
Yo tuve una compañera llamada Olga Berasategui en el barrio Echesortu- Escuela Pestalozzi- Debe andar por los 80 años- Alguien la conoce? Estamos formando un grupo de ex alumnos y nos gustaría saber que es de ella- GRACIAS POR RESPONDER- Soy Sara Altman – saltman@netvision.net.il
La última descendiente de la familia Berasategui de Victorica, vive en Eduardo Castex, no puedo decir si tiene algún vínculo con la familia de Olga que mencionas.