El Club que se denominó Sportivo Cochicó, actualmente nombrado simplemente como Club Cochicó se creó el 21 de febrero del año 1923 en Victorica en el salón comedor del Hotel “Francés” de la familia Cazaux. Su antecesor había sido una entidad denominada “Victorica Fútboll Club” en la década de 1910, presidido por Rufino Lemme.
Pero probablemente la primera entidad que haya albergado la práctica del fútbol pueda haber sido “El Centro Recreativo” que lo detectamos participando de los festejos de la llegada del Ferrocarril del Oeste el año 1908. Su presidente era el maestro Hildebrando Ortíz, director de la escuela de varones Nº 7 que en las horas de gimnasia y actividades físicas promovían la práctica del futbol entre los alumnos de los grados superiores.
El año 1922 abrió sus puertas el Colegio Salesiano y con ellos llegaba la filosofía de Don Bosco, que para atraer a los niños y jóvenes al Oratorio introdujeron la práctica del fútbol en una cancha que construyeron en la mitad posterior de la Iglesia donde tenían la quinta, la cancha y algunos juegos. Y como tenían alumnos internados, constituyeron su propio equipo de fútbol para la práctica de ese deporte y de ejercicio físico al aire libre.
Por otro lado la vecina localidad de Luan Toro, como en Loventuel y también Telén ya había práctica del fútbol, alentada por los ingleses que eran dueños del Ferrocarril del Oeste e inventores de este popular deporte. Además tenían terrenos que cedían para las construcciones de las canchas y muchos empleados que integraban el equipo con el nombre del ferrocarril.
Esta es la foto mas antigua que tengo en mi archivo. Me la obsequió el fotografo amigo Lázaro Pérez quien tenía su casa “Ideal”, frente al edificio del Club y que rescató varias fotos, que se estaban humedeciendo en las paredes.
Este equipo que viste casaca y pantalón blanco, aunque con ligeras variantes, es el mismo que venía actuando desde el año 1923 cuando se formó la primera escuadra. De izquierda a derecha se observan, parados: Isidro Gesualdi, Benigno Orozco con la casaca de arquero, -nacido el año 1903, hijo de Pedro Orosco natural de San Luis y de Epifania Dentoni de Buenos Aires-, Miguel Calens gorra vasca, y Francisco Berón.
Arrodillados de izquierda a derecha: Vicente Di Dio, el maestro Eduardo Ares y a su lado de gorro blanco Domingo Di Dio, hermano de Vicente ambos hijos del italiano Miguel. Primera fila de izquierda a derecha: Carlos Coombes, -después siguió jugando en Buenos Aires- el maestro Alberto Gómez Huarte, el entrenador y capitán, Silvio Navarro y Serafín Rosende de gorra vasca.
El árbitro vestido de traje y sombrero es César Zúñiga, el que sostiene el banderín del corner es Francisco Rebollo y a su lado Víctor Rochereul (h) probablemente el aguatero y con los primeros auxilios a mano para el caso de alguna lesión o herida.
En los primeros años la cancha estaba en la media manzana enfrente del Colegio María Auxiliadora, a una cuadra donde actualmente está la sede social de la institución. En ese solar levantó su casa familiar el descendiente de madre inglesa Teodoro Leyton, uno de los firmantes del acta constitutiva. La primera Comisión Directiva estuvo integrada por Lázaro Sarrasqueta presidente, Ovidio Martínez vice, José Paladino secretario, Miguel D. Calens prosecretario y Lorenzo Cazaux Tesorero acompañado de Serafín Rosende como protesorero.
Estimo que el color blanco de la camiseta y pantalón de los primeros años era debido a que la pirámide que está en el centro de la plaza Cochicó, siempre estuvo pintada de blanco, por eso mismo el color era un homenaje a “Los Bravos de Cochicó” como dice una de las cuatro grandes placas de bronce. La elección del nombre del club se origina en que al comienzo de la década de 1920 hubo un resurgimiento del nacionalismo y dentro de esa corriente se destacó las acciones heroicas del ejército argentino. El gobierno había implementado el servicio militar obligatorio.
El nacionalismo lo podemos rastrear en la primera Constitución de la Nación Argentina de 1853. El primer párrafo del Preámbulo dice: “Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina,…” y más adelante se declara cuales eran los objetivos: “…con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino…”.
Podemos seguirle los pasos con la creación de la Ley nacional Nº 1.420 de Educación Popular, promulgada el 8 de julio de 1884, durante la presidencia del general Julio Argentino Roca, que tuvo caracter obligatoria para todos los niños. Es laica porque no se introduce la enseñanza de la religión como obligatoria. Fue gratuita y además graduada, la escuela fue pública, es decir para todos los niños .
En los primeros años se crearon escuelas mixtas en las zonas rurales o de escasa cantidad de población, pero en los pueblos y ciudades se crearon escuelas para varones y escuelas para mujeres. Esa división por sexo se mantuvo hasta el año 1942 aproximadamente. Las escuelas estuvieron en jurisdicción nacional hasta el año 1978 en que todas las de nivel primario fueron transferidas a las provincias como tiene dispuesto el artículo 5º de la Constitución Nacional.
Y a partir de 1912 con la Ley Saenz Peña que puso en marcha el voto universal y obligatorio para los jovenes de sexo masculino se cerraba el círculo de las obligaciones con el Estado Nacional Argentino.