Según el investigador pampeano José Depetris las tropas llegaron el año 1881 a la zona del Ichohue. Cuando el Coronel Ernesto Rodríguez y el mayor Sócrates Anaya, el primero al mando del regimiento 10 de caballería y el segundo al mando del regimiento 9 de infantería, debieron decidir el lugar del emplazamiento, aún faltaban mensuras terminadas y aprobadas.
Recordemos que el agrimensor Juan I. Alsina, en agosto de 1882, al realizar su trabajo consignó las aguadas, los médanos los bosques y las salinas, pero dejó ciertos vacios y dudas para los investigadores “aparece claramente señalado el paraje Echohué pero ubicado en el lote 22, fracción D, unos cinco o seis kilómetros al suroeste de Victorica en su emplazamiento actual.” (Cazenave 47)
Con los soldados, las familias y un pequeño grupo de comerciantes abastecedores, entre los que se encontraban el italiano Francisco Lemme de Villa Mercedes (San Luis), el italiano Carlos Pistarini con su esposa Luisa Pedemonte, proveniente de Rio Cuarto (Córdoba) el comandante va dando acceso provisorio a los lotes, luego de haber determinado el lugar para el emplazamiento del mangrullo, de los cuarteles y la plaza de armas..
Como los sucesos nacionales requerían de la atención del coronel Rodríguez, éste procedió rápidamente a fundar el fortín “Resina” y ordenó al ingeniero militar que realizara la mensura y el plano para acompañar la diligencia en el informe a la superioridad de la fundación oficial el 25 de mayo de 1882.
Recién el año 1884 se sancionará la ley nacional 1.532 que creó la Gobernación de la Pampa desglosándola de la Patagonia creada el 11 de octubre de 1878 por ley 954 cuya capital fue Mercedes de Patagones (Provincia de Bs.As.). El primer gobernador designado fue el general Juan Ayala, quien se hizo cargo el año 1885, instalándose en General Acha, la primera capital.
Mientras tanto Victorica había quedado al mando el Mayor Froylán Leyría quien al finalizar el año 1887 encabezará la marcha de regreso a los cuarteles, dando por concluida la etapa de gobiernos militares. Al año siguiente se produce la elección de las primeras autoridades civiles de la Comisión de Fomento.
1. El reparto de la tierra.
Hasta 1887 la tierra en Victorica había sido entregada por distintas autoridades: 1) por el comandante militar, 2) por el gobernador del Territorio y 3) por la oficina de tierras fiscales de Territorios Nacionales de Buenos Aires. Pero muchos vecinos a pesar de haber pagado los solares o las chacras y teniendo cumplidas las demás obligaciones contractuales, no lograban hacerse del título de propiedad, tan solo tenían un contrato de tenencia precaria.
Esos reclamos proseguían después de instalarse la sucursal del Banco de la Nación Argentina en 1909 y habían sido exteriorizados ante el inspector Carlos Monet que había visitado el pueblo el año 1900 y tomado nota de quienes ocupaban los terrenos y lo que había en cada manzana y solar.
La situación era que en Buenos Aires se tenía presente el error de la fundación. Dicho error consistió en que la tierra que se eligió se creyó era fiscal, pero ya tenía dueños porque la misma había sido utilizada por el Estado Nacional como garantía de los bonos emitidos para financiar el costo de la denominada “conquista del desierto”. Por dicho motivo fue que el propio Congreso de la Nación sancionó el 25 de octubre de 1884, a solicitud del Poder Ejecutivo Nacional la Ley 1.548 que en su artículo 1º dice: “Apruébase el acuerdo del Poder Ejecutivo de enero 14 del corriente año, disponiendo la adquisición por el precio de cuarenta y dos mil ciento sesenta pesos con ocho centavos moneda nacional, de dos lotes de tierra de cuatro leguas cada uno situados en la Sección Octava de los Territorios Nacionales de La Pampa, destinados al establecimiento de un fuerte y al fomento de la población y pueblo ya existentes.”
En 1888 las autoridades, los representantes de las instituciones civiles y vecinos caracterizados de la zona hicieron llegar al presidente de la Nación Argentina un petitorio firmado, solicitando la llegada a estas tierras del Ferrocarril del Oeste.
El 28 de marzo de 1890 se firma en Buenos Aires una escritura ante el escribano Vicente R. Rodríguez por don Juan B. Godoy en representación de su hermano, el coronel Enrique Godoy, quien a las órdenes del general Conrado Villegas había participado de la campaña de la Patagonia sur. En 1890 fue electo diputado nacional, era considerado amigo personal y partidario político del general Julio Argentino Roca.
2. Aparece “La Ganadera Nacional S.A.”
Godoy según consta en la escritura “vende a Emilio Castellanos como presidente de La Ganadera Nacional un campo ubicado en Territorios Nacionales, compuesto de cuatro leguas cuya denominación son las siguientes: Lote veinte y uno de la fracción A y uno de la fracción D por estar unidos que constan de dos leguas de cinco kilómetros una de frente al Norte, por cuatro leguas de cinco kilómetros cada uno de fondo al Sud lo que forma una superficie de veinte mil hectáreas, lindando por el norte con el lote veinte de la fracción A por el Oeste con la Sección XIII, por el Sud con el lote diez fracción D de Da. Fortunata Martínez y por el Este con el lote dos de la misma fracción D y con el lote veinte y dos de la fracción A. Los lotes dos y 9 “
“Según los documentos, las fracciones A y B de los lotes 11, 19 (donde se erigió Victorica), 20, 21, 22, 1, 2 y 9 recién pasaron a ser propiedad de la Compañía Ganadera, en el año 1890…”. (Pumilla 55)
Unos meses después, se presenta ante las autoridades del municipio de Victorica, el francés Alfonso Capdeville con copia del título de la escritura mencionada y un poder de representación de La Ganadera Nacional S.A. reclamando para su representada las tierras que le pertenecen, incluyendo el lote sobre el que estaba fundado el primer pueblo de la Pampa. Lo cual pone en evidencia que aquella ley 1.548/84 no se había cumplido y el problema de la titularidad del dominio de la tierra en cuestión, seguía el curso de la burocracia nacional, mientras los pioneros victoriquenses proseguían con sus reclamos como campanas de palo.
“Un seguimiento de los ocho lotes (de casi diez mil hectáreas cada uno) inicialmente del coronel Godoy y luego de la Compañía nos permite conocer que en abril de 1896, en una presentación ante el Juzgado, el señor Alberto Casares en representación de esta sociedad anuncia que los certificados de posesión se encuentran en el Banco Hipotecario Nacional en concepto de garantía en “favor de un crédito hipotecario” otorgado por esa entidad.
Más tarde fueron rescatados, ya que en un nuevo título (duplicado de mensura número 257) se establece que en el mismo año se venden los lotes de maras a los señores Juan Dumas, Hugo Bernard y Alberto Meyer dejándose constancia que “por permuta con el gobierno de la Nación del 3 de abril de 1896, ante el escribano Mayor de Gobierno, cedieron la mitad Este del Lote XIX”: (Pumilla 61)
Juan Dumas era descendiente de padre francés, en tanto que Hugo Von Bernard era un ciudadano alemán, mientras que Alberto Meyer era de origen británico. Estos apellidos permiten establecer que las tierras que habían sido confiscadas a los aborígenes fueron objeto de la fiebre de la especulación y vendidas al mejor postor durante la grave crisis argentina de 1890 en la Bolsa de Comercio y por el Banco Hipotecario Nacional. Asimismo queda claro que a los soldados rasos les quedaron una pequeña chacra de 100 hectáreas como máximo, que no era unidad económica, mientras los jefes superiores de la oficialidad fueron premiados con más de 10.000 hectáreas cada uno.
Juan Dumas, Von Bernard y Alberto Meyer compraron y escrituraron el 22 de abril de 1895 los lotes 1, 2 y 9 de la Fracción D que habían pertenecido a la sociedad “La Ganadera Nacional S.A.”
Dicha sociedad anónima vendió en remate público realizado el 5 de marzo de 1896 una superficie de 44.700 hectáreas situadas dentro de la Sección VIII. Los linderos fueron: al norte Dr. Juan Alston y Luis Satge. Al este Luis Satge y Ejido de Victorica (mitad este lote 19). Al sud Juan Dumas, Von Bernard y Alberto Meyer todos en la sección VIII.
En tanto que al oeste tuvieron propiedad rural el general Benjamín Victorica (ex ministro de guerra de Julio A. Roca), Lorenzo Kenny, Domingo Vélez y Juan Bares, todos dentro de la Sección XIII.
Los mayores compradores de tierras del desmembramiento del patrimonio rural original de “La Ganadera Nacional S.A.” fueron Emilio y Amand Lernoud ciudadanos franceses, este último bautizó el predio de 17.000 hectáreas, como “La Morocha”. Otro fue Enrique T. Kenny un descendiente de irlandeses procedente de la provincia de Buenos Aires, el fundador de la estancia “La Marcela”.
3. El desenlace final.
El año 1898 se produce un altercado violento entre Alberto Sidebottom, ex coronel del ejército inglés, dueño del campo “La Isabel” y el español Máximo García dueño del campo “La Porteña”.
Los ánimos estaban caldeados, dado que García había realizado dos denuncias, una ante el Concejo de la Municipalidad de Victorica y otra ante el Gobernador del Territorio Nacional de la Pampa Central, el general Eduardo Pico. En dichas denuncias se dejaba constancia que el señor Sidebottom había alambrado el perímetro de su campo, colocando una tranquera por donde pasaba el antiguo camino vecinal de sirga, habiendo obstaculizado el paso a los carros que transportaban lana y demás frutos del país rumbo a la barraca de Llorens, al poner un candado cerrado con llave.
En el libro de actas número 1 de la Municipalidad de Victorica, al folio 66 está consignada la sesión y el tratamiento que se le dio al expediente pasado por la Gobernación, donde se le ordena a Sidebottom que abra una tranquera frente al paraje Trapales y se instruye al Juez de Paz, para que corte el alambrado cuestionado.
Estos procedimientos fueron los que terminaron cuando Sidebottom se encuentra con García en la tranquera y luego de discutir le dispara con un arma de fuego que le produce heridas al reclamante aunque sin llegar a tragedia.
El intendente municipal en esos momentos era el francés Capdeville, quien a fines del año 1899 será enfrentado por un grupo opositor, encabezados por el Mayor Adolfo Corbalán, antiguo jefe militar que se había quedado a vivir en Victorica, en cuyos alrededores tenía una chacra.
Pasaron cinco décadas más, hasta que finalmente al Territorio de la Pampa se le concede la autonomía y a partir de 1951 el electorado del pueblo elige en elecciones sus propias autoridades gubernamentales provinciales.
Años después se trasladan los libros del catastro nacional a la nueva provincia. En la década de 1970 aún dentro del ejido municipal de Victorica existían 20 manzanas reservadas para distintos organismos nacionales. Por supuesto que todavía había muchas familias con títulos provisorios y asimismo varias manzanas baldías que se fueron adjudicando paulatinamente.
Bibliografía consultada.
1.- Cazenave, Walter; “Album del Centenario. Victorica 1882-1982” Efebe ediciones, Santa Rosa, La Pampa, Argentina. 1982.
2.- Pumilla, Juan Carlos: “CENTENARIO DE VICTORICA Y LA PAMPA” Publicación de S.A. LA CAPITAL, Santa Rosa, La Pampa , enero de 1982.
Fotos: Fototeca Bernardo Graf. Fondo: Alberto Meuriot
PD: Las negritas me pertenecen.