Puede ser que esta fotografía tenga una antiguedad de cien años. Está tomada en Victorica de la época en que todavía éramos el Territorio Nacional de la Pampa Central.
En aquellos años era costumbre, que también ahora subsiste aunque con algunos cambios, de reunirse para disfrutar de un asado.
La imagen está captada debajo de algunos caldenes, el árbol típico de nuestro bosque nativo. Por esos años en las quintas de las afueras del pueblo o en las chacras cercanas era fácil llegar caminando, en sulky, carro o a caballo.
Los primeros autos llegaron recién alrededor de 1920, pero era un adelanto tecnológico que no lo tenía cualquier persona. Porque había que tener dinero ahorrado para invertir, luego aprender a menejarlo, después evitar andar en las huellas donde abundaban las espinas, porque las gomas enseguida se pinchaban. Además si la chacra o el campo quedaba lejos había que llevar latas de nafta para no quedarse sin combustible.
Lo que transmite la imagen es que se trata de una reunión exclusivamente de hombres de la antigua etapa patriarcal. Pero lo llamativo no es la ausencia de mujeres, sino la presencia de niños de distintas edades.
Entre los hombres hay también de todas las edades desde jóvenes hasta abuelos. La presencia de abuelos podría justificar la presencia de niños, ¿o estarían las abuelas pero no quisieron aparecer?
Si nos detenemos en la vestimenta podemos decir que probablemente aquí está presente la pequeña burguesía de aquellos años, dado los trajes, sacos, corbatas, sombreros y hasta algunos impermeables. En segunda fila se puede apreciar un señor con sombrero tipo “rancho” de la época de la presidencia de Torcuato de Alvear.
El abuelo sostiene una botella de cerveza que era el consumo preferido, aunque no puedo distinguir si las otras botellas son de la misma bebida o si está presente el vino. Es probable que el niño que está subido al árbol que tiene un guardapolvo blanco con moño haya sido contratado para atender a los comensales.
También se nota la presencia de un perro de raza, que podría ser del dueño del lugar donde se realizó el almuerzo. No veo instrumentos musicales, ni mesas ni sillas, lo que me hace presumir que el fotógrafo prefirió montar el escenario en otro lugar para evitar interferencias o distracciones que hubiesen entorpecido su tarea profesional.
Super interesante el articulo!!!