“El ensañamiento mayor del Cacique fue por considerar a los dos tenientes indígenas traidores a la raza, por eso el teniente Mora recibe 33 lanzazos luego de un bolazo que lo bajó del caballo. Mora es dado por muerto, aunque sobrevive. Yancamil por temor a los refuerzos que pudieran llegar para los soldados, hace abandono del terreno. Por aquella época se dice que Yancamil se escondía por Buta Ranquil, donde había construido un enorme corral de piedras dejando pastar el ganado que tenía en ese valle, mientras su gente se encontraba vigilando en distintas direcciones para no ser sorprendidos por los expedicionarios.” (Carlos Correa)
Es sabido que los asentamientos de las tribus de pueblos originarios sobre el territorio con sus toldos, se decidía por la existencia en las cercanías, de agua dulce, bosque con abundante leña y buenos sitios con pastos tiernos. Los dos primeros elementos, indispensables para la vida familiar y el último para alimento de la caballada, que era el animal del que dependía la vida de los caciques y lanceros que defendían la mapu y sus parientes.También sabemos que las rastrilladas, esa red de caminos, huellas y senderos, conectaban con lugares donde existiesen los mismos elementos. Por ellas se transportaba el ganado, fruto de los malones y objeto de comercialización.
El agua podía provenir de ríos, lagunas, lloraderos, vertientes y surgentes o de jahueles construídos al efecto en cercanía de los médanos, que eran un reservorio en la larga travesía. En algunas lagunas existía también la posibilidad de proveerse de sal, un elemento que buscaban los blancos para sus saladeros, pero que también estaba presente en las comidas de los pueblos originarios. Asimismo en las lagunas había fauna autóctona y en sus alrededores nidos con huevos que, estos cazadores recolectores, utilizaban en su dieta alimentaria. Como lo hacían con los frutos del chañar, el algarrobo y el piquillín, entre muchos otros.
En primer plano la jarilla y en la cima de la loma de Cochicó las señales de los visitantes y autoridades locales. Foto del autor
Leuvucó significa precisamente “agua que corre”. En los alrededores de esa laguna (que ha quedado en su mayor parte dentro del campo de la estancia San Juan propiedad del inglés Juan Alston) se había criado José Gregorio Yancamil. Un descendiente de los antiguos pehuenches, cuya familia -como otras tantas- se integró a los Ranqueles, buscando protección. Yancamil era hijo de Carmen Rosas, hermana de Mariano. Nació el año 1.849, vivió en su campo del paraje “El Árbol Solo” y murió en su rancho en Victorica el mes de febrero del año 1931.
También hay que tener en cuenta que el combate entre los lanceros de Yancamil y la patrulla de soldados comandados por Tránsito Mora y Simón Martínez se desarrolla en el valle de Cochicó. El significado de este topónimo, según reconocen la mayoría de los investigadores, es “agua dulce”. “Aunque se lo conozca con el nombre de Tránsito, en realidad se llamó Francisco Mora y era nacido y bautizado en Los Ángeles, Chile. Según declaraciones de su hija Amalia, en oportunidad de su casamiento en Victorica, Francisco Mora, falleció en 1885, en el paraje Leuvucó, y cuentan memoriosos pobladores del Oeste, que fue una noche en que regresando a su rancho, borracho lanzó su caballo a la carrera por el monte. Una rama de caldén, dio en su cabeza acabando con su vida”. (José C. Depetris) A Simón Martín, (dice Depetris) ·El Cnel. Mansilla lo conoce en tierra adentro en 1870 y al referirse a él, lo llama Lefín…”voló el aguilucho”. Acaudillaba por estos tiempos a unos 20 o pocos más indios de lanza y pertenecía este capitanejo a la tribu de Ramón Cabral.”
Asimismo en el momento en que es apresado, al Cacique se lo encuentra con su gente en los alrededores de la laguna del Meauco, que tiene una profundidad de tres metros y cuyo atractivo era la gran cantidad de pejerreyes que la habitaban. Según la toponimia de don Esteban Erize, Meuco significa “agua que remolinea” de meu: remolino y co, agua. “Podrá ser también, entre aguas, de meu: entre y co, aguas”. Y finaliza diciendo este investigador: “En la orilla de esta laguna tomaron prisionero al cacique Yancamil”.
Algo parecido sucede con el Cacique Pincén quien es atrapado en los alrededores de la laguna Malalco un espejo de agua dulce localizado entre Winifreda y Santa Rosa, rodeada de un gran bosque de caldenes con mucha leña y buenos pastos en los campos naturales de la comarca.
“¿Qué había en Vuta Lauquen y en Malal cuando llegó Villegas? Lo cuenta el teniente Jorge Rhode con motivo de la expedición llevada a cabo en diciembre:
-El campamento es un campo con muchos jagüeles, circundado de tapias y cercos de madera hechos por los indios; también se encontraban algunos campos con maíz, etc., corrales y varios aparatos para tejidos” (Juan José Estévez)
Las vertientes de donde mana el agua en Cochicó que genera un pequeño arroyo que inmediatamente se saliniza, supuestamente abrevadero de los indígenas. Foto del autor.
En nuestra primera nota “Sobre el rastro de Yancamil”, hicimos referencia a una divergencia entre las fuentes, relacionado con el lugar en que finalmente se llevó a cabo el último combate, entre la tropa del Regimiento 10 de Caballería, con asiento en el Fortín Victorica y los lanceros que lideraba el Cacique Yancamil.
Una versión, posiblemente la más difundida, da como lugar del combate al paraje Cochicó y otra lo sitúa en el Copel. Se puede leer en la colección “Mapuche” de Erize que ya he citado, que el topónimo Copel significa: “Garganta con agua. De co: agua y pel: garganta, cuello. Este lugar es un estrecho cañadón circundado por barrancas escarpadas y tiene una sola salida donde está la aguada. Es lugar histórico ya que en ese cañadón tuvo lugar la batalla de Los héroeos de Cochicó, entre los indios de Yancamil y la tropa nacional comandada por el Tte. Tránsito Mora y el alférez Simón Martínez”.
Conviene también aclarar que muchos periodistas, investigadores y escritores utilizan para referirse al hecho de armas que estamos abordando dándole el carácter de batalla, utilizando este término como sinónimo de combate. Pero siendo rigurosos con los términos se entiende por batalla -desde el punto de vista militar- al enfrentamiento de dos ejércitos, que tienen como integrantes del batallón por lo menos mil soldados. Y este no es el caso, porque ninguno de los dos bandos formaba mil hombres ni mucho menos y tampoco, por otro lado, los lanceros de Yancamil estaban asimilados a un regimiento militar. Es por eso que es adecuado ser precisos para no incurrir a cristalizar errores como ya ha sucedido en innumerables discursos, escritos y placas.
Por otra parte recurriendo al folleto de la Biblioteca Pampeana titulado Recursos Hídricos Pampeanos obtenemos las siguientes referencias: bajo el título “Manantiales de la meseta basáltica” podemos enterarnos que en la zona a que hacemos referencia tiene estas características: “-área con mayor desarrollo de mantos basálticos; -coladas basálticas de distintas erupciones superpuestas; -existencia de pequeños valles con importantes afloramientos de agua: Buta Ranquil, Los Carrizales, La Copelina…”
Los escritores amigos María Elena Coli y Carlos Correa observando la laguna el Copel dentro de la estancia La Copelina. Foto del autor tomada desde donde se encuentra la zona de las vertientes. Foto del autor.
Seguidamente se da una escueta referencia sobre los suelos y el volumen de agua de que se dispondría para potenciales proyectos de regadío: “en la Copelina con un caudal de 13 lts/seg. pueden regarse 25 has; en Buta Ranquil 63 has. con 35 lts/seg.;”
Digamos que “Buta Ranquil” que está situado mucho más hacia el noroeste de La Copelina, no pudimos llegar el día de nuestra excursión, dado que actualmente son todos campos alambrados y tranqueras con candado. Pero podemos acotar que allí existe un gran corral de piedra, que según dice el Profesor Raúl Hernández, citando al diario Zona Norte del año 1966, habría sido construido por un francés a fines del siglo XIX con capacidad para 2.000 cabezas.
El Dr. Rodolfo Casamiquela en su “Toponimia Indígena de la provincia de La Pampa” nos dice: “Topónimo: Buba Ranquilcó, variantes: (entre varios) Buta Ranquil. Análisis y significado: Rankül es carrizo y ko aguada. Como en numerosos otros casos, vutá, “grande” no se refiere a la significación sino al paraje, todo con relación a otro del mismo nombre. El todo: “Aguada del (os) carrizo (s), grande”.
Volvamos ahora al rastro de Yancamil, que fue también la obsesión del renegado Tránsito Mora que comandaba el piquete de “indios amigos” militarizado, que lo persiguió por estos lugares a partir de ver una columna de humo en el Copel (actual estancia La Copelina).
Los dueños del lugar han construido una pared de contención, generando un pequeño dique, que al rebalsar el agua corre hacia el bajo donde está situado el Puesto. Foto del autor.
Hugo Ferrari insertó en el libro ya citado, un párrafo que dice “Félix Asmid Jasín fue nuestro guía. De padre árabe y madre aborigen, nacido y criado en esas latitudes, mostró lo que tantas veces ha mostrado a requerimiento de las visitas: la Laguna de la Viuda a 10 kilómetros del pueblo, las vistas de El Copel y el puesto de la estancia del mismo nombre con sus vertientes naturales. Agua mora o Agua de Mora, paraje cuyo nombre no sabemos si deriva del apellido de aquel teniente aborigen que salvara milagrosamente su vida de la furia de sus hermanos de raza. Más allá las Barrancas de Yancamil y a modo de testigo imperturbable el Cerro Cochicó, dominando el amplio valle.”
Por su parte Jorge Cuelle escritor pampeano, nos dice al respecto en un comentario a nuestra primera nota en facebook del 20-8-2017: “En lo personal, les digo que hace 40 años aproximadamente, regresaba una noche del campo de Anselmo Pino en la camioneta de don Felix Miranda, y él me dijo: ¿Sabe por qué mi campo se llama el Agua Mora? Cuando le respondí que no, agregó: Porque en el manantial le dio agua por última vez el Alferez Mora y su tropa a la caballada, antes de retroceder hacia Cochi Co. Pero el combate fue en el campo “Las Liebres” que queda cerca de la laguna de la viuda, y no en Cochi Co, como dicen. En esos parajes se encontraron restos de sables y otros artículos que se llevó la Universidad de La Plata cuando vino hace unos años atrás. La familia Miranda todavía conserva el Agua Mora”.
En un libro escrito por el Coronel (RE) Juan Carlos Walther su autor dice: “En esas tareas de exploración, el 20 de agosto de 1882, una patrulla de 26 soldados de la III brigada de la 3a. División al mando del Teniente Tránsito Mora y del Alférez Simón Martínez, que atravesaba las lomadas de Cochicó (a unos 280 Km. al O.S.O. de Santa Rosa -La Pampa-), cayó en una emboscada preparada por 400 indios. Después de una heroica resistencia en desigual lucha, fueron sacrificados todos los integrantes de la patrulla, lo que evidencia la audacia de esos ranqueles en su desesperado afán de infiltrarse en procura de un provechoso malón.”
Hago notar que en ningún momento se nombra al Cacique Yancamil, la distancia entre los puntos que menciona está errada. Por otro lado se dice que eran 400 indios, cifra exorbitante para ésa época en que los lanceros eran los que habían sido masacrados primero. Cifra exagerada que fue utilizada una y otra vez por periodistas, investigadores y escritores, tomando como indiscutible el número de Walther, que lo agiganta para que el desastre de la tropa que había salido a perseguirlos, no sea tan indigno. Y finalmente se quiere instalar que los ranqueles querían infiltrarse dentro de la nueva frontera para desatar un “provechoso malón”.
De las versiones que provienen de la tradición oral, una dice que la gente de Yancamil roba una caballada en las cercanías de Telén y huyen hacia Puelén. La otra que el Cacique y su gente se acercan al Fortín Victorica para explorar si es posible asentarse en campos de los alrededores para vivir en paz.
En La Copelina funcionó entre los años 1.884 y 1908 una Comisaría y un Juzgado de Paz. La documentación que contiene los registros de aquella época se encuentra en el Juzgado de Paz de Puelén nos dijo el amigo escritor Carlos Correa.El Concejo Deliberante de esta localidad ha declarado como sitios históricos a Cochicó y La Copelina (El Copel) entre varios otros.Está situada en la región de la meseta basáltica del sudoeste y sus coordenadas son 37º 16´ 00” y 67º 34´59”, dentro del Departamento Puelén, en la provincia de La Pampa, República Argentina.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Correa, Carlos “Una Mirada Ranquel. La Cultura del Olvido (Olvidada). Editorial 7 sellos. Primera edición en Santa Rosa, junio del 2016
Hux, P. Meinrado “Caciques Pampa-Ranqueles” Ediciones El Elefante Blanco, Buenos Aires 1991Ferrari, Hugo “Yancamil…el último grito ranquelino” Fundación Ferrari. Buenos Aires noviembre año 2.000Erize, Esteban, “Mapuche” tomo 4. Editorial Yepun. Buenos Aires 1988
Casamiquela, Rodolfo “Toponimia Indígena de la Provincia de La Pampa” Editado por Ministerio de Cultura y Educación de La Pampa y Cooperativa Popular de Electricidad. Santa Rosa Novbre. 2005
Estévez, Juan José “Pincén Vida y Leyenda”, Editorial Biblos, Buenos Aires 2011.
Depetris, José Carlos – “Crónicas Ranquelinas Año 1998” “Mora y Martín, indios amigos del último combate” Departamento de Investigaciones Culturales. Subsecretaría de Cultura. Ministerio de Cultura y Educación, Provincia de La Pampa. Santa Rosa agosto de 1998Roldán, Luis Ernesto “Historias de Vida. De personas, pueblos, instituciones y regiones” Editorial LyM, General Acha, enero 1999.
“Recursos Hídricos Pampeanos”. Biblioteca Pampeana. Serie Folletos. Profesores Alvarellos de Lel, E.E y Hernández, R.O.
Pérez, Benicio Delfín “Historia de la vida de la Pampa Central” General Pico (L.P.) Novbre. 1981
Walther, Juan Carlos “La Conquista del Desierto. Lucha de fronteras con el indio.” Editorial Eudeba. Buenos Aires agosto 1975