Hoy 7 de Junio, se conmemora en Argentina el Día del Periodista, dado que en esa fecha comenzó a publicarse La Gazeta de Buenos Aires, escrita y editada por el Secretario de la Primera Junta de Gobierno Patrio (1810) el incansable Señor Mariano Moreno, Abogado. Fue el Congreso Nacional de Periodistas reunido el año 1.938 el que decidió que dicha fecha se tomara como tal.
En 1816 se Declararó en Tucumán nuestra Independencia, completando así los primeros pasos de la liberación nacional de toda dominación extranjera.
Pero recién el año 1853 se dictaría la Constitución Nacional, la que en su artículo 14 estableció los denominados derechos civiles: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio…de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa…”. Complementado por el artículo 32 (Libertad de prensa) “El Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.”
El año 1884 se sancionó por el Congreso Nacional la ley Nº 1.532 estableciendo las normas para la administración de los denominados Territorios Nacionales, fijándose en el primer artículo la creación de la Gobernación del Territorio Nacional de la Pampa Central.
La creación de la Comisión de Fomento del primer pueblo (Victorica) fundado en dicho Territorio se llevó a cabo el año 1.888 y veinte años después recién llegaría el Ferrocarril del Oeste proveniente desde la Capital Federal.
La aparición del Periódico “El Heraldo”, se produjo el año 1.909, el día 16 del mes de mayo, creado y dirigido por el ciudadano español don Juan Giménez. Vamos a centrar en él nuestro homenaje a todo el periodismo de Victorica y del ex Territorio Nacional de la Pampa Central, dada su extensa trayectoria.
Y digo extensa trayectoria porque se publicó ininterrumpidamente desde el año de su fundación hasta los primeros años de la década de 1.930. Era un periódico “tipo sábana” de cuatro páginas al principio, editado en General Pico, a la que estaba conectado por medio del Ferrocarril a partir de 1.908.
Se sostenía con la venta de los espacios destinados a los avisos comerciales y a las suscripciones mensuales, además de los avisos oficiales de práctica, tanto de la Municipalidad local como de las municipalidades del Departamento Loventué, o de la Gobernación.
En los primeros años las noticias estaban en la primera página y las restantes estaban destinadas a los avisos. no tenía fotografías ni imagenes, las que se incorporaron varios años más adelante, cuando su costo de impresión se hizo accesible. Tanto en la Biblioteca Popular “Bartolomé Mitre” de Victorica, como en el Archivo Histórico Provincial “Fernando Enrique Araoz” se pueden consultar algunos ejemplares.
En la fotografía de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular “Bartolomé Mitre” de Victorica, Giménez es el que está sentado en la extrema izquierda.
Era hijo de Antonio Gimenez y Micaela Moreno. Había nacido el 28 de julio de 1882 en el pueblo de Pamplona, provincia de Navarra, de la península de España. Era alto, de cutis blanco y cabello castaño. Se había naturalizado como ciudadano argentino.
No tenemos el dato certero de la fecha del arribo a Victorica de su creador, Juan Giménez, por lo cual suponemos que pudo haber llegado alrededor de 1906. Atraído probablemente por el cúmulo de información que publicó el maestro francés don Miguel de Fougéres, que ese año editó su “Guía de la Pampa Central”, que se distribuyó por todo el Territorio y fuera de él también.
Habría llegado posiblemente por ferrocarril del Oeste desde Buenos Aires hasta Santa Rosa, convertida en la nueva Capital y desde allí habrá tomado la Mensagería subvencionada de don Arturo Portas. O en su defecto por el ferrocarril del Sud, que partía desde Bahía Blanca y arribaba a Toay.
Por lo pronto en la fotografía de arriba lo vemos sentado a la extrema izquierda con una flor en el ojal, integrando la segunda Comisión Directiva (1907) de la Nobel Biblioteca Popular “Bartolomé Mitre”, presidida por el maestro Félix Romero e integrada por el maestro Laureano González y Jaime Sidebottom. Parados don Máximo Viniegra, comerciante y Manuel Ricardes, Juez de Paz.

En sus páginas han quedado registrados los principales acontecimientos no sólo de Victorica, sino de la región del noroeste, del entonces Territorio Nacional de la Pampa Central y también en ciertas ocasiones de la República Argentina. Participó del primer Congreso de la Prensa de Territorios Nacionales y desde sus páginas apoyó el Movimiento Pro Autonomía de la Pampa.
Los medios de los cuales se valía el periodista eran la Oficina de Correos y Telecomunicaciones, (1897) el Ferrocarril del Oeste (1908), las Mensajerías y luego las lineas de colectivos y el Teléfono a partir de 1913 aproximadamente.
Además se lo encuentra como copropietario de un edificio frente a la plaza con Rafael Castallanos (farmaceutico) en un terreno de 40 metros de frente en la manzana Nº 153, lo que hace suponer que a poco tiempo de su llegada habría invertido sus ahorros, ganancias o capital disponible.
Al poco tiempo también se lo encuentra desempeñándose como Secretario-Tesorero de la Municipalidad, lo detectamos firmando las actas de los libros municipales respectivos, al folio 23 del mes de julio del año 1912, cuando era Presidente de la misma Augusto Iribarne y estando presente como concejales Nicolás Lemme e Hildebrando Ortíz.
A partir de 1.916 se enroló en las filas del radicalismo local y llegó a ser presidente de la Convención Territorial de ese partido, en la década de 1930. El año 1.932 fue el presidente de la Comisión de Fiesta del Cincuentenario de la fundación de Victorica.
El año 1.935 fue electo Juez de Paz y Jefe del Registro Civil de la localidad, falleciendo en el ejercicio de dichas funciones a los pocos meses. Según el certificado del médico Miguel Angel Solanas la causa fue tuberculosis pulmonar.
Estaba casado con la señora Amalia Peña, natural de Argentina, de cuyo matrimonio nacieron varias hijas, una de ellas falleció en un lamentable incendio en una chacra de su propiedad.
Fue además relojero, martillero público y comisionista. Es decir un hombre activo, laborioso y batallador por todas las causas importantes desde la tribuna del periódico o desde las distintas instituciones a las que perteneció y con las cuales colaboró como: La Asociación de Beneficencia, el Club Social, la Sociedad de Socorros Mutuos de los Españoles y las diversas comisiones especiales.
Sus restos descansan en el cementerio de Victorica, hoy casi nadie se acuerda de este Periodista, salvo los que alguna vez levantan la vista y observan la chapa que todavía está con su nombre en el edificio del almacén de la firma Nicolás Hermanos. Lamentablemente el lugar de su tumba no fue hallado por familiares que hicieron una visita acompañados por Alfredo Gesualdi padre.