Olga Orozco poeta pampeana

¿Quién sabía a mediados de la década de 1970 que la escritora Olga Orozco era pampeana? Creo que muy pocas personas, a pesar que su primer libro había aparecido el año 1946.

En mi caso personal quien me lo reveló un día en nuestra librería “Zenia” en Victorica, fue el profesor Juan José Sena, que dictaba por esos años (1978/9) cátedra en el colegio Don Bosco. Un día entró al local que estaba a una cuadra de ese colegio, se presentó y comenzó a mirar lo que había en los exhibidores.

Al ratito tomó un libro y lo comenzó a hojear e inmediatamente me comentó “Olga Orozco es pampeana” y ahí me hizo saber que era de Toay y que él era su amigo.

En Victorica vivieron y aún viven descendientes de apellido Orozco, incluso una mujer, doña Carmen Orozco vino con la columna colonizadora desde San Luis. A ella Carlos Rodrigo le dedicó un poema al que le pusieron música el Trio Voces.

La conocí y escuché por primera vez en la Universidad Nacional de La Pampa. Había sido invitada por el decano de la Facultad de Humanas, profesor Miguel A. Guérin dado que ella era amiga de la esposa del mismo, según ha escrito Dora Batistón. La segunda vez fue en la sala de la que había sido su propia casa familiar en Toay.

Tuve oportunidad de compartir con el ex intendente Losada y la señora de Carricaburu el acto del descubrimiento de la placa informativa en el jardín de acceso a dicha casa, que aún conserva en el umbral de entrada la piedra de mármol blanco con las iniciales: C.G. que son las del apellido de su padre siciliano Carmelo Gugliota, que fuera empresario e intendente de Toay.

Dice la escritora Diana Blanco “Es oportuno recordar que Olga Orozco escribió y hasta vivió de un modo personal…la obra orozquiana se desarrolla fuertemente determinada por su trayectoria vital, por su especial relación con el mundo, relación impregnada de presagios, esoterismo y conjuros, con un temor declarado a la muerte, con una apasionada voluntad de vivir desde el humor y con amor. De vivir en poesía y hacer de la vida un prodigioso e incesante poema”. (1)

De su obra literaria, en 1965/6 en Bahía Blanca, donde viví dos años, no tuve conocimiento porque para ese tiempo ella no había publicado demasiado aún, además yo estaba asistiendo a la biblioteca de la Universidad del Sur, pero estaba interesado en la lectura de obras de economía, derecho y contabilidad. Recién comencé a leer algo cuando llegó a nuestra librería “Cantos a Berenice” pero luego de mucho tiempo después recordé lo que me había dicho Juanjo, que Berenice era una gata que había tenido de compañía.

“Merced a la reconfiguración de la escritura y al ejercicio fiel de la memoria, nuestra autora logró en estos tres libros, (2) fabricar su propia historia familiar enmarcada por sus convicciones literarias, religiosas, filosóficas, atravesadas por un fuerte sesgo onírico/místico”, dice Blanco.

El último premio que recibió por su obra fue el Juan Rulfo de literatura, se lo entregaron en Guadalajara (México) el año 1998. Falleció en Buenos Aires el 15 de agosto de 1999.

(1) Blanco, Diana Irene “Olga Orozco. La jerarquía de la palabra”, Editorial Dunken, Buenos Aires primera edición 2009.

(2) “Desde Lejos” poemas a los 26 años; “La oscuridad es otro sol” cuentos a los 47 años y “También la luz es un abismo” a los 74 años. (Blanco, opus cit.)

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